Estilos de aprendizaje ¿Realidad o ficción?

¿Tus alumnos son aprendices visuales? ¿Estudiantes auditivos? ¿Estudiantes cinestésicos? ¿Importa siquiera? A pesar de la creencia generalizada en la hipótesis de los estilos de aprendizaje, falta evidencia científica que la sustente. Entonces, ¿qué sabemos acerca de cómo aprenden las personas?
¿Qué sabemos acerca de cómo aprenden las personas?
De acuerdo a un estudio reciente por la Asociación Americana de Psicología, al menos 90% de los profesores creen que las personas aprenden mejor si se les enseña en su estilo de aprendizaje predominante.
Durante décadas, los maestros han suscrito la idea de que los estudiantes difieren en sus estilos de aprendizaje, que aprendices Visuales necesitan ver la información para comprender, mientras que estudiantes auditivos dependen de escuchar y hablar, estudiantes de lectura/escritura confiar en leer y tomar notas y aprendices cinestésicos procesar mejor la información con actividades prácticas.
Sin embargo, a pesar de la creencia generalizada en la hipótesis de los estilos de aprendizajehay una falta de evidencia científica para apoyarlo.
En consecuencia, ha provocado un debate entre educadores, psicólogos y neurocientíficos por igual. Entonces, si todo esto es solo teoría, ¿Qué sabemos acerca de cómo aprenden las personas?
¿Habilidad o preferencia?
Como educadores, debemos estar preparados con herramientas y técnicas para apoyar a estudiantes de diversos orígenes e intereses.
Es importante notar, sin embargo, que capacidad no es lo mismo que preferencia. El hecho de que los estudiantes difieran en sus habilidades inherentes no significa necesariamente que difieran en sus estilos de aprendizaje o métodos de estudio preferidos.
Así que no debemos estresarnos por tratar de ajustar nuestro estilo de enseñanza para acomodar el perfil de cada estudiante.
También debemos tener cuidado de no clasificar a cada estudiante como un tipo de alumno u otro, porque la investigación ha demostrado que, después de todo, el aprendizaje puede no ser tan blanco o negro.
En cambio, podemos variar nuestros métodos de enseñanza, logrando un equilibrio entre desafiar a nuestros estudiantes y satisfacer sus necesidades específicas. Al prepararnos para el nuevo año escolar, tomemos un momento para considerar la ciencia detrás del aprendizaje.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra enseñanza?
Las encuestas han demostrado que la mayoría de los docentes perpetúan las teorías de estilos de aprendizaje sin profundizar en ideas más fundamentadas sobre el aprendizaje.
En respuesta a este abrumador compromiso con un concepto no probado, Ulrich Boserfundador de La agencia de aprendizaje y autor de Learn Better, se ha propuesto como misión capacitar a los maestros de hoy para servir mejor a sus estudiantes.
Metacognición: pensar sobre pensar
La investigación de Boser ha demostrado que metacognición – o pensar sobre pensar – es una estrategia útil para el aprendizaje.
En otras palabras, si nos tomamos el tiempo para realmente intentar entender cómo aprendemoscomenzamos a desarrollar estrategias de estudio más efectivas.
También podríamos invitar a nuestros alumnos a reflexionar sobre sus propios hábitos de estudio.
Al participar en una especie de autocontrolpueden comprender mejor sus propios procesos cognitivos, o por qué algunos temas pueden ser más fáciles de aprender que otros.
Podemos pedirles a los estudiantes que consideren sus fortalezas y debilidades individuales, en lugar de enseñar únicamente sobre sus fortalezas.
Con esto, Boser y su equipo encontraron que una cantidad saludable de dificil es necesario para dominar algo nuevo. Sugiere que hablemos con nosotros mismos mientras estudiamos, que expliquemos a los demás lo que hemos aprendido o que nos autoexaminemos de forma rutinaria.
Analogías
También podemos organizar la información con analogías para relacionar nuevas ideas con nuestros conocimientos previos.
Estas prácticas, dice Boser, despertar la creatividad y ayúdanos a retener la información.
Aprendizaje activo
Una estrategia de estudio respaldada por los investigadores en general es la de aprendizaje activo.
Si un alumno se explica a sí mismo el texto mientras lee, por ejemplo, reafirmando las ideas clave con sus propias palabras, más adelante es más probable que recuerde lo que ha leído.
Pruebas
De la misma manera, las pruebas de práctica han demostrado ser más efectivas que la relectura, ya que promueven un mejor recuerdo de la información.
Práctica espaciada
Aún mejor es práctica espaciadao la repetición en el tiempo, ya que fomenta la retención de información a largo plazo.
Los maestros pueden incorporar estas técnicas de aprendizaje activo tanto en las actividades del salón de clases como en las tareas para el hogar.
Mentalidad fija versus mentalidad de crecimiento
Mentalidad de crecimiento: la capacidad de mejorar
A fin de cuentas, nuestro objetivo principal como educadores debe ser crear un entorno de aprendizaje positivo y estimulante para nuestros estudiantes. La psicóloga Carol Dweck, profesora de la Universidad de Stanford y autora de Mindset, sugiere que cuando un maestro muestra confianza en la capacidad de un estudiante para mejorar, el estudiante a su vez sentirá una mayor confianza en sí mismo y motivación.
En su análisis de las prácticas de enseñanza y aprendizaje, Dweck explica la diferencia entre un mentalidad fija y un mentalidad de crecimiento.
Según Dweck, los educadores deben promover una mentalidad de crecimiento en su enfoque, o la idea de que cada estudiante es capaz de mejorar; que las habilidades se pueden desarrollar con el tiempo y la práctica.
A diferencia de una mentalidad fija, o la idea de que cada estudiante tiene un nivel específico de inteligencia y solo es capaz de comprender conceptos dentro de un marco de referencia o habilidad limitado.
En cambio, Dweck argumenta que si a un estudiante se le enseña a creer en su habilidad para mejorares probable que se esfuerce más en aprender y, en última instancia, se desempeñe mejor.
Mentalidad fija: una barrera para el aprendizaje
Alternativamente, si un educador agrupa a los estudiantes en diferentes estilos de aprendizaje u otras categorías, esto puede resultar más perjudicial que beneficioso, ya que enseña a los estudiantes a abordar un problema desde una perspectiva predeterminada, en lugar de considerar sus opciones.
En otras palabras, si los estudiantes se dividen en los mismos grupos de rutina día tras día, comienzan a desarrollar una mentalidad fija o la idea de que no pertenecen a ningún otro lugar, que no pueden lograr nada más.
Este tipo de pensamiento esencialista en efecto, puede hacer que los estudiantes vean el mundo fuera del aula como marcado por divisiones sociales y jerarquías, una perspectiva que puede ser en gran medida perjudicial.
Pensamiento Multimodal
Los mejores aprendices son pensadores multimodales
Investigaciones posteriores han demostrado que creatividad estructuradao trabajo sistemático, conduce a mejores resultados que la exploración sin restricciones.
Esencialmente, los maestros deben ofrecer opciones concretas para el aprendizaje, brindando a los estudiantes la posibilidad de elegir entre un número selecto de actividades. De esa manera, los estudiantes están empoderados para tomar una decisión, pero no abrumados por un sinfín de opciones.
Daniel Willingham, psicólogo cognitivo y profesor de la Universidad de Virginia, analiza la importancia también de pensamiento multimodal:
“Los docentes sí deben pensar en la modalidad en la que presentan el material, pero su objetivo debe ser encontrar la mejor modalidad del contenido, no buscar (en vano) la mejor modalidad de los alumnos”.
En pocas palabras, “si el maestro quiere que los estudiantes aprendan y recuerden cómo se ve algo, entonces la presentación debe ser visual”.
Willingham concluye que los mejores aprendices son pensadores multimodales. Efectivamente, una vez que un alumno comprende el material en un formato, debe tratar de comprenderlo en un formato diferente. Esto realmente pondrá a prueba su comprensión.
Individualizar y pluralizar la enseñanza
De manera similar, Howard Gardner, profesor de mucho tiempo en la Escuela de Graduados en Educación de la Universidad de Harvard, quien en la década de 1980 popularizó la idea de inteligencias multiplessugiere que ambos individualizar y pluralizar nuestra enseñanza.
Para Gardner, “Todos nosotros exhibimos perfiles irregulares de inteligencia” y “la fuerza (o debilidad) en una inteligencia no predice la fuerza (o debilidad) en ninguna otra inteligencia”.
Por esta razón, Gardner propone que enseñemos los materiales de varias maneras (a través de historias, obras de arte, diagramas, juegos de roles, etc.). Entonces podemos llegar a estudiantes que aprenden de diferentes maneras mientras les transmitimos lo que significa entender bien algo.
Si enseñamos solo de una manera, esto puede indicar nuestra propia comprensión limitada del material.
El entusiasmo es contagioso
En última instancia, hay un valor significativo en el propio entusiasmo de un maestro. Cuando un maestro muestra un verdadero interés en el tema en cuestión, es más probable que los estudiantes quieran aprender.
En todo caso, es importante enseñar de una manera que nos resulte natural, de modo que el proceso de aprendizaje sea más agradable para todos los involucrados.
Conclusión – Crear aulas inclusivas
En resumen, como educadores, debemos incorporar una variedad de estrategias de enseñanza y aprendizaje en nuestras aulas, independientemente de nuestra audiencia estudiantil.
No necesitamos ignorar por completo la hipótesis de los estilos de aprendizaje, sino que podemos diseñar lecciones para involucrar múltiples estilos de aprendizaje, partes de inteligencia o sentidos.
Al variar nuestros métodos de enseñanza, podemos captar mejor la atención de nuestros estudiantes, sin importar sus preferencias o habilidades preconcebidas. Y siempre que sea posible, ciertamente podemos ofrecer atención individualizada a aquellos estudiantes que tienen dificultades.
Sin embargo, si pensamos demasiado en términos de estilos, podemos estar haciendo más daño que bien.
Ciertamente, a estas alturas, la historia debería habernos enseñado los riesgos asociados con el pensamiento categórico.
Desacreditemos los estereotipos potencialmente dañinos, comenzando con un enfoque inclusivo a la enseñanza y el aprendizaje.
¿Cuál es su opinión sobre las teorías de los estilos de aprendizaje?
¿Ha intentado implementar alguna de estas estrategias de enseñanza y aprendizaje en su salón de clases? ¿Qué otras técnicas recomendarías? Comparta sus pensamientos en los comentarios a continuación.